lunes, 19 de enero de 2009
El Bosco y la tradición pictórica de lo fantástico. VVAA (y 4)
Cuarta y última entrega de mi artículo sobre el libro El Bosco y la tradición pictórica de lo fantástico. Con el último comentario del doctor Calvus introducía el ensayo de Manuela Mena acerca del Conocimiento clásico y fantasía medieval: El Bosco y las piedras preciosas. Las referencias mágicas y religiosas de las piedras preciosas ocupan gran parte del texto. Existen numerosas citaciones de cuadros de Van Eyck, Campin, Memling, David:"las figuras sagradas y sus representaciones en la tierra resplandecen literalmente gracias a las piedras preciosas, el oro, las perlas y el coral que adornan las tiaras y coronas, medallones, broches, sortijas, sellos, báculos, empuñaduras de espadas, rebordes de capas pluviales y vestiduras. " Mena observa detalladamente la presencia de estos cuerpos preciosos en los cuadros de El Bosco intentando a su vez explicar el significado y la oportunidad de cada uno de ellos. Es un trabajo de miniaturista absolutamente preciso. Sobre Mártir crucificada, de Venecia: "El oro y sus tracerías dejan entrever el brillo de algunas perlas, mientras que el cíngulo que ajusta su vestidura se une por medio de un broche también de oro, con una gema oscura y brillante en el centro, cuya naturaleza es difícil de definir por el mal estado de conservación de esta obra y la alteración de sus colores". Sobre La adoración de los Magos de Madrid se centra un amplio comentario ya que estos reyes están profusamente ataviados con joyas, y también es muy interesante la identificación de la figura misteriosa como la del rey Herodes: "Herodes lleva una tiara singular, de metal azulado y brillante, cuya única decoración, de oro, semeja las ramas entrelazadas de la corona de espinas, y a un lado y otro, hilos o cadenas de oro, que perfora la carne del muslo, y de la que cuelga una gruesa perla, a modo de amuleto". Por dios, me iba a dejar la vista mirando la fotografía del cuadro. A continuación viene uno de los ensayos más enriquecedores y reveladores, El Bosco, de la leyenda negra a la España negra. Los trabajos de Persiles y Sigismunda de Cervantes ("Al ocuparse de este pasaje Michael Nerlich comenta: la imagen que presenta este cuadro de la Europa del norte, que recuerda ciertas pinturas de Jerónimo Bosco es apocalíptica"), el enfrentamiento entre el oscuro Flandes del norte y la España meridional, la afición de Felipe II por El Bosco, el libro España negra de Darío Regoyos y Verhaeren de 1898, y el de Solana de 1920, Luces de Bohemia de Valle Inclán, Dalí, Alberti, Cela y sus dos obras teatrales Homenaje a El Bosco I. El carro de heno o el inventor de la guillotina y Homenaje a El Bosco. La extracción de la piedra de la locura o la invención del garrote, e incluso el libro de relatos de Arrabal La piedra de la locura, todo ello ayuda a conformar la idea de esa España negra en la que tanta presencia tuvieron las imágenes atormentadas de los cuadros de El Bosco. Pilar Silva firma Realidad, fantasía y búsqueda de lo infinito en los paisajes de El Bosco. En él se presta atención a la labor paisajística de El Bosco, unos paisajes que sin duda tuvieron influencia en los posteriores de Patinir. "El resultado es que los paisajes del pintor de ´s-Hertogenbosch adquieren un carácter fantástico, independientemente de que se muestra una naturaleza cósmica, con el que se manifiesta esa búsqueda de lo infinito que caracteriza toda su producción". Sobre la ciudad incendiada de las Tentaciones de San Antonio de Lisboa: "Como señaló Robert Grenaille al referirse a esta tabla, en ella la observación directa de la naturaleza tiene tanta importancia como la imaginación visionaria." El Bosco combinaba elementos naturales con otros deformados o directamente producto de su imaginación creando unos paisajes realmente inquietantes y originales. Marina Warner escribe Ángeles y máquinas: el destino de los seguidores del carro de heno. En ella desgrana este increíble tríptico, una de las últimas obras del autor. La transformación de las figuras a medida que pasan de izquierda a derecha del panel central, acercándose al infierno contiene una reflexión interesante: "La metamorfosis sigue siendo la amenaza profunda que subyace a las penas del infierno: los famosos caprichos de demonios fantásticos de El Bosco son la prueba viva y visible del poder del mal para deformar y desfigurar la fisonomía humana, hecha en su día a imagen de Dios pero profanada por la degradación moral". Me llamó la atención la bibliografía de este artículo ya que cita el título L´Opera completa di Hieronymus Bosch, Milán, 1977, de Dino Buzzati, un libro que supongo será imposible de encontrar. Joaquín Yarza cierra el libro con su ensayo La "Adoración de losMagos", Museo del Prado. Desde los donantes, hasta la autografía, pasando por la iconografía, la descripción de los paneles exteriores, y por el descubrimiento del ¡Anticristo! en la figura misteriosa anteriormente identificada como Herodes, Yarza compone un magnífico retrato de una de las mejores pinturas de El Bosco desde el punto de vista técnico, y a la vez una de las que menos elementos fantásticos tiene. A pesar de eso la figura más enigmática de toda la pintura bosquiana se encuentra en ese falso Herodes o Anticristo. Un misterio que Jerónimo Bosch se llevó a la tumba.
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