viernes, 18 de abril de 2008

Alfred Schnittke:fantasmas del pasado


Alfred Schnittke nació en Engels (Rusia) en 1934 y murió en Hamburgo en 1998. Aunque hijo de alemanes vivió toda su vida en Rusia hasta 1989 cuando abandonó definitivamente la URSS. Se trata de uno de los compositores del siglo XX más interesantes y prolíficos, también realizó numerosas bandas sonoras como Agony (Suplicio), de Elem Klimov, Autumn de Andrei Smirnov, The Life-Story of an Unknown Actor, de Alexander Zarhky, y muchas otras igualmente "conocidas". Su estilo se mueve dentro del atonalismo aunque muchos pasajes intercalados suelen ser tonales y melódicos, recurriendo en muchos casos a citas clásicas (su primera sinfonía de 1972 está repleta de ellas, o su ópera Life with an idiot de 1992, en la que intervienen un coro de idiotas, un coro de amigos, un coro de homosexuales y un coro de informadores), de forma que el propio Morgan habla de Schnittke en su libro Música clásica del siglo XX como un autor cuya característica más destacable es la de interponer citas clásicas, opinión de la que discrepo ya que pienso que las citas en la música de Schnittke no dejan de ser una anécdota, un pretexto, si se quiere, para desarrollar sus complicados temas. Son célebres sus 6 conciertos grosso en los que partiendo de la base del concierto grosso barroco realiza una apasionante visión futurista del barroquismo rompiendo los canales habituales de audición a los que nos esclaviza la tonalidad, y consiguiendo obras de gran belleza y misterio, como si los fantasmas del pasado estuvieran tocando nuestra puerta mientras intentamos conciliar el sueño. Grandilocuentes son sus 8 sinfonías (y una novena inacabada), realmente sorprendente la primera (que causó un gran revuelo en su estreno) con intermisión de aplausos del público, abucheos, como ya se ha dicho, citas de otras músicas clásicas, y especialmente conmovedora la sexta de 1992, con gran peso de los instrumentos de viento, o su sinfonía número 5 que es a la vez su concierto grosso número 4. Quizás su obra más impresionante y hermosa sea el Requiem para solistas, coro mixto y grupo instrumental ensemble compuesto en 14 movimientos y basado en el Don Carlos de Schiller, donde Schnittke se muestra más cercano a la tonalidad y en cuya escucha nos resuenan nombres como Arvo Part o Henri Gorecki. Igualmente hermosos son su fuga para violín -de virtuosismo extraordinario-, y su quinteto con piano de 1976. En una entrevista con Alex Ross de 1994 reconoce su afición por la música orquestal de Zappa y la gran influencia que tuvo en su vida Doktor Faustus de Thomas Mann. Aquí está la entrevista:

Una parte del concerto groso nº6:

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