Esta peli ("Still life") del chino Jia Zhang Ke ganó el León de Oro en el Festival de Venecia de 2006. Es la historia de dos búsquedas en un pueblo desaparecido por la construcción de la presa de las Tres Gargantas. Un minero busca a su mujer y a su hija 16 años después de que se hayan marchado de casa; y una enfermera busca a su marido, un importante constructor -quien la abandonó dos años antes. Desolación, soledad, miseria, Jia Zhang Ke nos retrata una China muy diferente a la exportada a través de los fastuosos Juegos Olímpicos -cuyas ceremonias ha dirigido Zhang Yimou tan magníficamente-, un país donde la clase obrera malvive, donde la gente de los pueblos "deglutidos" por la presa no encuentran sitio donde asentarse -inevitablemente me acude a la mente el final de Balzac y la joven costurera china, de Dai Sije. Silencio, austeridad, desesperanza -el protagonista busca casi sin ilusión, como movido por la inercia del que nada tiene que perder-, la peli avanza y el espectador no ve salida. Detalles curiosos e incomprensibles son los de los platillos volantes; tipografía poética en algunos momentos -cigarrillo, té..., a modo de objetos de los bodegones o naturalezas muertas de esos pintores flamencos del barroco- como intentando capitular las escenas. Las dos historias tienen un punto en común, pero nunca terminarán de enlazarse. Ni siquiera el director pretende despertar la simpatía por sus personajes, simplemente nos presenta sus circunstancias de forma fría y distante. Nadie es bueno ni malo -a pesar del diferente final de las dos historias nos queda cierta sensación de inutilidad en las acciones de sus protagonistas, ¿por qué?. Muy buena peli de este cineasta chino cuyo resto de filmografía debe ser visionada por este absurdo blogger.
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