miércoles, 30 de junio de 2010
Dublinesca, de Vila-Matas (2)
Yo creo que Nieztki debe ser Eduardo Lago. Vive en Brooklyn y ha escrito un libro con el nombre de Brooklyn en el título. Con él fue Riba a visitar a Paul Auster a su apartamento. El propio Riba dice haber publicado una novela de Auster, de nombre inventado, la invención de la soledad o algo así. El problema de Vila-Matas es que cuando uno quiere citarlo se encuentra con que todo lo citable pertenece a su vez a citas de otros. Un poco más comedido en este aspecto que en otros libros Vila-Matas termina introduciendo sus numerosas citas una vez más, como el que no quiere la cosa, como de pasada, pero yo lo he calado. En la página 131 Riba se topa de bruces con su verdad oculta que resume en una frase todo el libro: "Prepara un viaje a Dublín, un homenaje y un funeral a una época que desaparece". Es cuando introduce el verbo "monotonizar": "Qué aburrido es todo, menos pensar, pensar que está haciendo algo. O pensar lo que piensa ahora: que hará bien en monotonizar su existencia y tratar de buscar, donde pueda, esas maravillas, ocultas de su vida cotidiana que, en el fondo, si quiere, sabe perfectamente encontrar." Es la idea que dice desprenderse del Ulises de Joyce, perdón, Ulysses, en el texto de Vila-Matas. Buscar lo trascendente en lo cotidiano, o bien, trascendentalizar lo cotidiano, o cotidianizar lo trascendente, yo qué sé, es que no he leído Ulises todavía, ya se lo he pedido a pirlosky. Vuelve a esa idea en la página 151: "Le fascina el encanto de la vida corriente". Y también: "Como futuro miembro de la Orden del Finnegans y supuesto buen conocedor de la obra de Joyce, sabe que el mundo funciona a través de insignificancias". Por cierto, estos de la Orden del Finnegans ya se han montado su libro de relatos, espero poder dar cuenta del mismo próximamente. La primera parte del libro está dedicada a lo que podríamos llamar los preparativos del viaje. Son unos preparativos mentales más que otra cosa. La segunda parte se desarrolla en Dublín. No sé si habrá una tercera parte en otro lugar porque áún me quedan unas 60 páginas para terminarlo. En Dublín la verdad es que el ritmo de la novela -o lo que sea- decae considerablemente. El itinerario de los caballeros por Dublín, leyendo a Joyce, visitando el cementerio, todo ello bajo la amenaza constante del fantasma del alcohol que tienta a Riba constantemente, resulta un poco aburrido. Y no sólo este fantasma retórico aparece si no uno que parece ser de verdad y le habla a Riba. ¿Se estará volviendo esquizofrénico? Entonces aparece por allí la figura Beckett en forma de una biografía que editara Riba años atrás y que aún no había leído. ¿Un ataque al mundo editorial? ¿Debe leer un editor todos los libros que edita antes de editarlos? También hay ataques más directos sobre todo a las novelas de caballerías históricas tan de moda y a cuyos autores tacha de analfabetos. Encontramos deslices en la edición precisamente. ¿Ha leído el editor de Vila-Matas el libro antes de publicarlo? Por ejemplo: "A falta de alguien a quien contárselo, decide anotarlo en el documento world -sic- en el que acumula frases." Otra presencia incómoda en el libro y creo que angustiosa para todo creador y para todo personaje literario: el pc. No es nada literario escribir en un ordenador, recibir emails, hacer búsquedas con el google. Es como el teléfono móvil. Un elemento imprescindible en la sociedad actual y que no ha encontrado sitio en el mundo del cine ni en el de la literatura. Me viene a la memoria la novela más analítica -torpemente analítica en ocasiones- del gran Kenzaburo Oé, Salto mortal, donde el ordenador juega un papel importante -e incómodo. Vila-Matas recorre brevemente la vida de Beckett con la excusa de estar leyendo Riba la biografía antes mencionada. ¡Pero si la lee en una mañana! Por el libro están los de siempre, Walser, Perec, ... también Catherine Deneuve, auténtica obsesión cinematográfica de Riba, y mucho Ulises, claro. Una reflexión acerca de la lucidez que provoca el insomnio -¡semejante a la producida por el alcohol!, pero si el alcohol lo que hace es deprimir el sistema nervioso-:"..que el insomnio escondía una potencia visionaria que no conocía y, al llevarle a comprender el verdadero sentido de aquellas palabras paternas, ha sabido abrirle un amplio panorama." Algún efecto seudo poético me saca de mis casillas:"la camisa con el cuello roto y levantado, aquellos grotescos pantalones cortos, el pelo enormemente aplastado por el agua." Como se entere Javier Marías de que se ha puesto pantalones cortos para salir a la calle, ¡y lloviendo! Pero lo del pelo "enormemente" aplastado me colma. ¿enormemente aplastado? Tiene momentos "ditirámbicos", ayer me reía a carcajadas yo solo cuando intenta seducir a aquella joven hermana de un tal Walter, el que les presta el chrysler, Bev, quien le confiesa que un tal Ragú Candor es su escritor favorito, "¿Y el tuyo?": "Al final, opta por no cometer errores y decantarse también por el tal Candor, al que no conoce de nada." Su amigo Ricardo lo pone en evidencia: "¿No nos habrás hecho venir hasta Dublín para poder convertirte en una metáfora?". Eso de convertirse en metáfora me ha parecido una genialidad. Además es la única forma de sobrevivir. Eso o que Adriana Lima te haga algún caso. Los temas que aborda la Orden de los Finnegans, que, digámoslo ya claramente, son una panda de aburridos intelectuales: "Los de siempre. El pasado ya inalterable, el presente fugitivo, el inexistente futuro." Esto, que parece una evidencia antológica, no es, ni más ni menos, que la tragedia de la existencia.
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