Dos magníficos relatos de Nooteboom: ¡Mokusei!, y El Buda tras la empalizada. Dos viajes a Oriente. Uno a Japón: un fotógrafo recibe el encargo de fotografiar el monte Fuji, para ello contrata a una modelo -no demasiado guapa, genuinamente japonesa-, y se enamora de ella -eso que la pidió feilla, que si no. Otro a Tailandia, a través de una escultura -o varias- de Buda.
"El recuerdo fluye de un lado a otro entre el pretérito perfecto o el imperfecto, como también la memoria; si deja que ésta siga su camino, prefiere con frecuencia el caos a la tabla cronológica";
"Mono no aware: el patetismo de las cosas";
"Con la pasión de un converso había querido ir a Japón, como si allí aún pudiera encontrarse algo que parecía haberse extinguido en casi todas partes";
"Dentro de poco estaría fuera, vería el auténtico paisaje japonés. Algo sería verdad de las cien vistas de Hokusei de la montaña santa, algo del elegante silencio de cien haikus, emoción mística del Viaje al Norte, de Basho"
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