jueves, 3 de julio de 2008

Wonderful Town, de Aditya Assarat


Vivir en Madrid es un priviliegio para los amantes del cine oriental. En mi paso relámpago por la capital me acerqué a los cines Renoir de Plaza de España y la verdad es que tuve dificultades para escoger la peli: El edificio Yacobian, El último viaje del juez Feng, Wonderful town, Mil años de oración y La princesa de Nebraska (ambas de Wayne Wang), Caramel, y otras interesantes propuestas europeas como la última de Peter Greenaway basada en el cuadro de Rembrandt La ronda de noche, y 12 de Mikhlakov. Fui a ver Wonderful town, y no exagero si digo que es una de las mejores pelis que he visto nunca. El director tailandés Adiyat Assarat (1972) rueda su primera peli con el que ha obtenido algunos premios internacionales y que pone al cine tailandés en primera línea del cine oriental (de allí nos han llegado últimamente algunas joyas como Las lágrimas del tigre negro, de Wisit Sartsanatieng, y Last life in universe e Invisible waves de Pen Ek Rataunarang). Ambientado en la vida post-tsunami en Tailandia, la peli nos cuenta la historia de un amor en tierra de ofuscación, desesperanza y resignación. El propio director nos habla del título: "Cada espacio, cada lugar posee una atmósfera particular. La de Takua Pa es muy potente: una atmósfera de tristeza, de envejecimiento y de tranquilidad. Y creo que el ambiente de una ciudad depende en su mayor parte de su historia. Y, por supuesto, el acontecimiento más reciente en la historia de la ciudad es el tsunami. Fue una tragedia, pero, afortunadamente, el tiempo cura todas las heridas". Contiene momentos de gran belleza plástica, el guión avanza a golpes de escogidos y brillantes diálogos, y para colmo, tiene un final absolutamente genial -aunque desgarrador. Un 10.

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